sábado, 31 de mayo de 2014

LA ROCA

Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios.

El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas. El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día. Durante muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas...y ésta no se movía. Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano.

El hombre empezó a sentirse frustrado y empezó a pensar que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. 

El hombre dijo a Dios:
-"Señor, he trabajado duro durante mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro. ¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? ".

El Señor le respondió con compasión:"Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tu aceptaste, te dije que tu tarea era empujar contra la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar. Ahora vienes a mi sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste?. Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras.

A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez. Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era empujar para ejercitar tu fe en mi. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, yo moveré la roca".

Algunas veces, cuando escuchamos la palabra del Señor, tratamos de utilizar nuestro intelecto para descifrar su voluntad, cuando en realidad Dios solo nos pide confianza y fe en él. Debemos ejercitar nuestra fe, que mueve montañas, pero conscientes que es Dios quien al final logra moverlas.

Cuando todo parezca ir mal...solo EMPUJA!
Cuando estés agotado por el trabajo...solo EMPUJA!
Cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería...solo EMPUJA!
Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas...solo EMPUJA!
Cuando la gente simplemente no te comprende...solo EMPUJA!
Cuando te sientas agotado y sin fuerzas...solo EMPUJA!
Los verdaderos amigos son difíciles de encontrar, fáciles de querer e imposibles de olvidar!
En los momentos difíciles pide ayuda al Señor y eleva una oración a Jesús para que ilumine tu mente y guíe tus pasos.

Entrega tus miedos al Señor y pídele que Jesús te ayude a encontrar el camino que te conduzca a él.




viernes, 23 de mayo de 2014

PARA REFLEXIONAR UN RATO....




¿Y si levantamos los ojos y empezamos a mirar lo que hay a nuestro alrededor?

lunes, 5 de mayo de 2014

MAYO: MES DE MARÍA
 
 
 
MARÍA, “LA DE LOS PEQUEÑOS-GRANDES DETALLES”
María, hoy vengo a tu presencia 
porque se me ha acabado el vino del amor y… ya se sabe:
uno no sabe lo que es el vino hasta que no se emborracha,
y uno no sabe lo que es el amor hasta que no se enamora.
 María de los pequeños-grandes detalles,
en Caná sacaste del apuro a unos novios
mientras los otros estaban demasiado ocupados en pasarlo bien.
Sin ruido, sin llamar la atención, sin coger el micrófono…
Desde el silencio, desde el anonimato, desde el servicio desinteresado…
¡Cuánto, cuánto tengo que aprender de ti!
María de los pequeños-grandes detalles,
en mi hogar, en mi trabajo, en el barrio, en la parroquia…
Préstame tus ojos para ver “aquello que falta”
tus manos, para ponerme el mandil y seguir tu ejemplo,
tus pies, para darme a la fuga prescindiendo de la dichosa palmadita,
y tu corazón, sí, Madre, tu corazón, para sentir tu amor y compañía.
Una cama sin hacer, una bolsa de basura que tirar,
un what´s up que mandar, un amigo que escuchar,
un anciano al que hablar, un libro que regalar,
una visita al hospital, unos apuntes que prestar,
una oración que compartir, una pelea que evitar…
 (Un minuto de silencio vale más que mil horas de discusión dialéctica…
¡Te toca a ti, junto a María, seguir con el listado de los pequeños-grandes detalles…)
Virgen María (ahora sí, ahora puedes ponerla el piropo que más te guste),
concédeme tu sabiduría, la sabiduría de los pequeños-grandes detalles.
J. M. de Palazuelo
Misión Joven, 436